A pesar de pasarnos más de un tercio de nuestras vidas durmiendo, sabemos muy poco de como dormir afecta a nuestros cuerpos, salud y vida en general. Desde elegir los colchones y almohadas hasta como mejorar el descanso son cosas que les prestamos poca atención.
Aquí os ponemos algunos de los mitos del sueño más conocidos sobre el sueño
Mito: Se puede recuperar el sueño perdido
Realidad: Si piensas que durmiendo todo el fin de semana puedes compensar una semana de poco sueño, piensas mal. Todos los estudios realizados demuestran que las faltas de sueño simplemente nunca se pueden recuperar. De hecho, un excesivo sueño puede afectar a tu ritmo cardíaco. Lo ideal, es mantener siempre un número constante de horas de sueño todas las noches.
Mito: Una buena sesión de deporte te ayudará a dormir mejor.
Realidad: El ejercicio regular ayuda a conciliar mejor el sueño, pero siempre hay que hacerlo por lo menos 3 horas antes de irse a dormir. Hacer deporte aumenta la temperatura corporal lo cual dificulta conciliar el sueño.
Mito: Mi cerebro necesito dormir para descansar
Realidad: Durante el sueño nuestro cerebro hace de todo menos descansar. Es el encargado de controlar todas nuestras funciones corporales, como la respiración, regeneración de células, y memorizar nueva información.
Mito: Todos necesitamos por lo menos 8 horas de sueño.
Realidad: La cantidad de sueño necesaria varia en cada persona, y dependen mucho del estilo de vida de cada uno. Cuanto mayor calidad de sueño tengamos menos horas serán necesarias para tener el descanso necesario. El estrés, una mala dieta, exceso de alcohol, o unas condiciones inadecuadas al dormir, como por ejemplo: tener un colchón demasiado viejo, o no adecuado a nuestra ergonomía o forma de dormir, harán que siempre tengamos una sensación de cansancio, ya que no tendremos un correcto descanso.
Mito: La gente se divide en aves nocturnas o madrugadores
Realidad: Por mucho que creamos que esta en nuestros genes ser un trasnochador o todo lo contrario, la verdad es que son los hábitos adquiridos durante mucho tiempo los que nos hacen ser de un grupo o de otro. Esto significa que con muy poco todos podemos cambiar de bando.