Una de nuestras peores pesadillas es encontrarnos durante nuestra jornada con un enemigo más habitual de lo que podemos pensar: el dolor de espalda. Las causas de su aparición pueden ser muy diversas: hemos movido unas cajas, hemos realizado un entrenamiento muy duro, hemos cargado demasiado peso… Pero hay otro tipo de dolor, más crónico, para el que puede ser mucho más difícil encontrar el motivo. Hoy os contamos algunos factores que pueden resultar sorprendentes.
Como siempre, ante dolores persistentes que no mejoran, lo adecuado y lo que aconsejamos desde Colchón Exprés es acudir a un especialista.
El Dolor de espalda y sus causas
Tienes estrés
El estrés emocional o psicológico a menudo se traduce en dolores físicos. Generalmente ese dolor duele concentrarse en la zona de cuello y hombros o en la espalda baja. Para mejorarlo, puede probar distintas técnicas: respiración profunda, estiramientos de espalda, posturas de yoga, o incluso salir a caminar para movilizar la zona.
Tus tacones son demasiado altos
Todos esos zapatos tan bonitos y a la moda que guardas en tu armario pueden estar destrozando tu espalda. Los tacones altos cambian nuestro centro de gravedad. Para aguantar el equilibrio, deberemos echarnos hacia delante, poniendo más presión en los pies y provocando que no lleguemos a extender el gemelo completamente. Esto hace que la zona baja de la espalda sufra, lo que provocará dolor. Si por tu trabajo u otros motivos no puedes prescindir de los tacones altos, hazte con un par más cómodo para cambiarlos en los ratos que puedas. Tu espalda lo agradecerá.
Tu dieta no es como debería
Un estudio de 2014 de Asian Sipne Journal indicó que el 31% de las mujeres y hasta el 25% de los hombres que sufren dolor de espalda también presentan problemas gastrointestinales, como dolores abdominales o intolerancias alimentarias. Lo que relaciona el dolor de espalda con los problemas gastrointestinales es la inflamación. La comida alta en azúcares y grasas provoca inflamación en todo el cuerpo, incluyendo la espalda baja. Hay personas que ven mejorar sus dolores de espalda al limitar la ingesta de estas sustancias. Trata de «comer limpio" y tu espalda mejorará.
Tus pantalones son demasiado estrechos
Los pantalones «skinny" o las faldas lápiz pueden estar dañando tu espalda. Hay expertos que indican que un atuendo demasiado ajustado puede limitar los movimientos corporales o hacerlos forzados. Tu espalda, hombros y cuello pueden verse afectados y provocar dolor. Lo ideal sería vestir prendas con cierta capacidad elástica.
Te pasas el día sentado
La inactividades una de las peores cosas que puedes hacerle a tu cuerpo. La musculatura se vuelve rígida ya que se acostumbra a estar en una posición determinada. Para evitarlo, lo ideal es realizar estiramientos y movilizar cada poco tiempo las distintas partes del cuerpo. También deberíamos realizar algunos estiramientos antes de ir a la cama.
El tabaco
Si aún no has dejado de fumar, llega el momento de hacerlo. Se ha demostrado que las personas fumadoras sufre tres veces más de dolor de espalda que las personas no fumadoras. El tabaco afecta en la manera como nuestro cerebro procesa el dolor de espalda y nos hace menos resistentes a este.
Se han llevado a cabo estudios en los que se ha demostrado que los fumadores que dejaron el hábito vieron una mejoría notable en sus dolores crónicos. También se sabe que el tabaco daña el tejido de la espalda baja al reducir el flujo de sangre a la zona.
Deshidratación
Los huesos de la espalda tienen discos entre ellos. Son discos cartilaginosos compuestos en un 90% por agua. Por tanto, el cuerpo necesita mantener su suministro de agua constante para conservar esas «almohadillas". Cuando estamos deshidratados, esos discos se vuelven más planos y duros, lo que puede provocar dolor. Una forma sencilla de saber si estamos bebiendo el agua suficiente, es observar la orina cuando vamos al baño. Debería ser clara, en caso contrario, bebe más agua.
Tus caderas están descompensadas
La mayoría de la gente no tiene ni idea de que sus caderas pueden estar descompensadas. Esto significa que un lado de la pelvis está ligeramente más alto que el otro. El desequilibrio puede provocar dolores de espalda en la vida diaria, y en ocasiones empeora al realizar algún tipo de deporte. En este caso, lo mejor es que consultes a tu médico para que pueda detectar posibles desequilibrios.