Son muchos los padres que se preguntan cuándo poner almohada a un bebé. Es normal, ya que si para un adulto es mucho más cómodo dormir con almohada, pensemos que para un bebé también lo será.
La realidad es que el cuerpo de un bebé poco tiene que ver con el de un adulto, y el uso de una almohada puede ser hasta peligroso para los más pequeños. Hoy vamos a ver cuándo poner almohada a un bebé.
Cuándo debe un bebé usar almohada
Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos. Por eso, entre las dudas habituales, está el uso de la almohada. El uso de este complemento de descanso está totalmente desaconsejado en recién nacidos y bebés lactantes. Tal y como recomienda la Asociación Americana de Pediatría (AAP) en este post, tampoco es recomendable el uso de edredones, sábanas poco sujetas o en general, cualquier cosa que pueda cubrirles la cabeza de manera accidental y suponer un riesgo de asfixia para el pequeño.
Los bebés tienen una cabeza mucho más grande en proporción a sus cuerpos, y no necesitan un apoyo adicional para dormir. Es necesario recordar que dormir boca abajo está totalmente desaconsejado en los bebés. Sobre todo cuando son recién nacidos y no pueden cambiar por ellos mismos de postura, ya que multiplica las posibilidades de sufrir muerte súbita.
Los bebés duermen más cómodos sobre una superficie plana. Cuando están tumbados boca arriba, que es como recomiendan los pediatras que tienen que dormir, su cabeza queda perfectamente alineada con la espalda.
Hay que tener en cuenta que sus cuellos son más cortos, y si pusiéramos una almohada bajo la cabeza obligaríamos a esta a estar inclinada hacia delante.
Cómo debe ser la almohada de un bebé
La mayoría de pediatras y neonatólogos coinciden en que está desaconsejado el uso de almohadas entre los más pequeños.
Durante los primeros meses de vida del bebé en lugar de una almohada, se puede hacer uso de cuñas antireflujos. Esta cuña sirve como apoyo para elevar la parte superior del cuerpo del bebé, de modo que su cabeza esté más alta que su estómago.
Esta posición inclinada puede ayudar a prevenir el regreso de la leche hacia el esófago, lo que puede causar molestias y malestar en el bebé. La cuña antireflujo suele recomendarse para bebés que experimentan problemas de reflujo frecuentes o que tienen condiciones médicas que los hacen más propensos a experimentar reflujo. Es importante destacar que la cuña antireflujo debe utilizarse solo bajo la recomendación y supervisión de un médico, especialmente en bebés menores de 1 año.
Los bebés más pequeños tienen una mayor susceptibilidad a la asfixia y a la obstrucción de las vías respiratorias. Por lo tanto, es esencial seguir las pautas proporcionadas por el pediatra para garantizar la seguridad del bebé durante el sueño.
Es importante también contribuir a que el colchón donde van a dormir proporcione un adecuado apoyo para su cuerpo y su cabeza. Para ello, lo mejor es optar por un colchón, específicamente diseñado para esta etapa incipiente del desarrollo.
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De entre todos ellos, nuestro favorito es el colchón de cuna Goliath. Se trata de un colchón con núcleo de espumación de alta densidad y poro abierto, que aporta un soporte firme pero adaptable al bebé.
Una de sus características más importantes es que es anti-asfixia, ya que incorpora una funda con malla 3D de bambú, 100% hipoalergénica, que además es impermeable y completamente lavable.
Cuenta con todos los certificados nacionales e internacionales, que garantizan su idoneidad entre los más pequeños. Incorpora un sistema de fijación, que permiten el perfecto ajuste de una serie de accesorios opcionales, que pueden serte de gran utilidad en las distintas fases del crecimiento del bebé.
Cómo debe ser la almohada a partir de los 2 años
En general niños pequeños comienzan a necesitar una almohada cuando sus hombros son más anchos que su cabeza. Es entonces cuando pueden necesitar un pequeño apoyo para mantener la alineación de la espalda y el cuello, sobre todo si duermen de costado. Lo normal es que este momento llegue entre los dos y los cuatro años de edad. Aunque, como siempre, cada niño se desarrolla a un ritmo y no todos necesitan lo mismo a la misma edad.
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Se trata de la almohada Visco-kids, de la marca Ingravity Kids. Una almohada con núcleo viscoelástico perforado, con una altura perfecta para dormir en cualquier postura a partir de los 2 años de edad y que además cuenta con una funda de tejido exclusivo Ingravity kids. Un tejido de máxima suavidad y transpiración que además repele los líquidos, por lo que el núcleo de la almohada estará siempre protegido del contacto con la saliva o el sudor. Y tu peque disfrutará de un descanso mucho más higiénico y saludable.
Para cualquier duda sobre si tu pequeño tiene que usar almohada o no, escríbenos un comentario.