Técnicas de meditación para principiantes

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Seguramente más de una vez has pensado en lo beneficioso que aprender técnicas de meditación podría resultar. Mantener una mente clara y en orden es fundamental para nuestra vida diaria y para un buen descanso. Pero lo cierto es, que los ejercicios de meditación pueden terminar siendo muy frustrantes si no sabemos muy bien cómo llevarlos a cabo. Y de esa forma conseguiremos justamente lo contrario.

En el post de hoy os vamos a enseñar algunas técnicas de meditación para principiantes. Lo más habitual es no conseguirlo a la primera, pero con práctica y paciencia, pronto empezarás a ver los beneficios de la meditación.

Los expertos aseguran que con diez minutos al día dedicados a la meditación, pueden verse cambios en el estado mental y emocional. Aseguran que las personas que meditan de forma regular se sienten más calmadas y equilibradas consigo mismas y con el resto. Una mente clara no solo nos ayuda a dormir mejor, también nos permite afrontar los retos diarios con mejor actitud.

Algunas técnicas de meditación muy sencillas

Respiración

Esta es una de las mejores técnicas de meditación para principiantes. Se trata de una método que ha sido utilizado durante siglos, fácil de llevar a cabo, efectivo y al alcance de todo el mundo. Simplemente concentrándote en tu respiración, estás dando a tu mente algo relajante en lo que ocuparse.

Sólo necesitas colocarte en una posición cómoda. Ya sea sentado o tumbado en la cama, cierra los ojos y empieza a observar tu respiración, sin forzarla, respirando normalmente. Pon mucha atención en lo que sientes al inspirar el aire por la nariz, cómo llega a tus pulmones para después salir otra vez por la boca. No fuerces nada, y si tu mente se va hacia otros pensamientos, no te juzgues. Tranquilamente déjalos pasar y vuelve a centrarte en la respiración.

técnicas de respiracióntécnicas de respiración

Meditación consciente o mindfulness

Este tipo de meditación hace que estés totalmente presente en el momento. Hay que centrar toda la atención en las sensaciones corporales. Se comienza con la respiración, sintiendo cada inspiración y expiración. A continuación hay que hacerse consciente de otras sensaciones: la forma en que estamos sentados o tumbados, cómo sentimos nuestros músculos… El objetivo es ser un observador neutral, no se trata de juzgar si estás respirando bien, si tu espalda está recta, o si una pierna queda más arriba que otra. Tan solo obsérvate.

Mantra

El famoso «ohm" es una palabra del sánscrito antiguo, utilizada a menudo en cantos o como mantra para meditar. Repetir una palabra o frase significativa, podemos hacer que nuestra mente entre en un estado de tranquilidad y concentración. Puedes repetir tu mantra en alto o de forma mental.

Meditar caminando

Si estar sentado y quieto te resulta difícil, puede probar a meditar mientras caminas. Puedes llevar a cabo esta técnica en cualquier parte, un  jardín o cualquier otro lugar placentero. Concentra tu atención en el cuerpo, en cómo se mueve. Observa cómo los brazos de balancean, cómo las piernas trabajan adelante y atrás, la forma en que los pies dejar de tocar el suelo para apoyarse otra vez… Al igual que ocurre con el resto de técnicas de meditación, si tu mente divaga hacia otros pensamientos, tranquilamente vuelve a enfocarte en tus sensaciones al caminar. Y no juzgues como caminas, simplemente observa cómo lo haces.

Vacía tu mente

Esta técnica de meditación trata de ser consciente sin tener nada específico en mente. Siéntate cómodo y cierra los ojos. Permite que los pensamientos floten en tu mente, que salgan y entren. Según pasen, observa esos pensamientos, sin juzgarlos, tan solo míralos.

Velas

Si a la hora de meditar encuentras dificultad en concentrarte, enciende una vela y obsérvala. Centra tu atención en la llama, y si tu mente tiende a irse a otros pensamientos, lentamente vuelve a centrar tu atención en la vela.