Cómo dormimos influye mucho en cómo afrontamos el día siguiente. Un buen descanso nos ayuda a estar más despiertos, alerta y de mejor humor, con mejor y más energía. La alimentación, los hábitos de vida y otros factores externos pueden influir negativamente en nuestro descanso. Hay cosas que no se pueden controlar, pero la elección de colchones buenos para nuestro descanso no es una de ellas.
Adquirir colchones buenos debería ser un proceso estudiado y no dejado al azar. Cada usuario tiene unas preferencias y necesidades y lo que es bueno para uno no tiene por qué serlo para otro.
Características de los colchones buenos
Material
El material con que está fabricado un colchón es muy importante. Cada uno aporta unas propiedades diferentes para adaptarse a los distintos usuarios. Conviene conocer bien cuáles son y qué pueden aportarnos antes de elegir colchón.
Vamos a encontrar colchones de espuma, de muelles, viscoelásticos, de látex y hasta de agua. Cada uno aporta una sensación distinta y es adecuado a situaciones diversas. Siempre, lo mejor es consultar con un experto en descanso y dejarse aconsejar.
Lo barato a veces, sale muy caro
Un buen colchón tiene un precio. En el mercado vamos a encontrar colchones desde 60 o 70 euros hasta lo que queramos pagar. Hay que buscar aquél que se adapte a nuestras necesidades e invertir en descanso. Querer ahorrar unos euros puede salirnos caro, ya que un mal descanso influirá negativamente en todos los aspectos de nuestra vida.
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Tamaño
De nada nos servirá adquirir el mejor colchón si es pequeño. Una pareja debería dormir en una cama de 150 centímetros de ancho como mínimo para garantizar el descanso. En cuanto al largo, deberían sobrarnos unos 10 o 15 centímetros cuando estamos tumbados.