Comprar un somier con patas: lo que debes saber

Cuando adquirimos un equipo de descanso son varios los elementos que hay que considerar. El colchón, la almohada, la ropa de cama, y cómo no, la base. Podemos elegir entre una base tapizada, un somier con patas, un canapé abatible… Las posibilidades son varias y cada una tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

El somier es una pieza clave de tu cama e influyen directamente en la calidad de tu descanso. Hay que procurar adquirir una base de buena calidad, que sea estable y que no pierda flexibilidad y robustez con el tiempo. Una estructura inestable hará que durmamos peor y que incluso nos despertemos durante a noche.

No hay un tipo de somier correcto para todo el mundo, sino que cambia en función de las necesidades individuales.

Si tu decisión ha sido elegir un somier con patas, hay que tener en cuenta una serie de puntos.

Las partes de un somier con patas

Bastidor

El bastidor es la estructura sobre la que se va a situar la base para el colchón. Para saber su resistencia es muy importante mirar el calibre y el diámetro del bastidor. Los podemos encontrar metálicos o de madera, e incluso algunos con doble bastidor. En este último caso el segundo bastidor suele tener una función meramente decorativa.

Base

Es donde vamos a poner el colchón. Puede ser de láminas o una base tapizada. En el caso del somier de láminas, tendrá los siguientes elementos:

Láminas de madera

También podemos encontrarlas metálicas o de plástico o fibra de carbono. Cada una de ellas con sus características y niveles de elasticidad y firmeza.

Rótulas o tacos

Son las piezas que unen las láminas al bastidor. En función de sus composición y forma, aportan distintos niveles de firmeza y elasticidad al conjunto.

Cursores

Los cursores son esas piezas que se deslizan a lo ancho de las láminas y que permiten regular la firmeza de éstas. Gracias a ellos podremos variar la firmeza para las distintas partes del cuerpo.

Patas

Las patas pueden ser de madera, acero, material plástico…

Consideraciones al comprar un somier con patas

Cuando vayamos a adquirir el somier con patas, es mejor si vamos con algunos conocimientos que nos ayuden a elegir.

Medida

Siempre, sea cual sea la base que vayas a comprar, asegúrate de que es de la misma medida que el colchón. Parece al obvio, pero precisamente por eso hay ocasiones en las que olvidamos tenerlo en cuenta.

Material

Los somieres con patas más estables suelen ser los que tienen el bastidor de madera. En particular la madera de haya son los de mayor calidad aunque encontraremos también somieres fabricados con madera de chopo, abedul o MDF.

Si nos decantamos por un somier con patas con bastidor de acero, hay que fijarse en el calibre del tubo. A mayor calibre, mayor resistencia de la estructura. Busca calibres cercanos a 1,5 milímetros.

Láminas o base tapizada

En función de las necesidades y preferencias de firmeza, podemos elegir una u otra opción.

En el caso de elegir una base tapizada, hay que asegurarse de que es transpirable para poder acomodar en ella cualquier tipo de colchón. Los colchones de látex, por ejemplo, necesitan de una base ventilada para evitar la acumulación de humedad. Lo mejor es que consultes a tu asesor en descanso sobre este punto.

Si te decides por el contrario por una base de láminas, has de saber que cuantas más láminas, mejor. Las bases de alta calidad se componen de muchas láminas situadas muy cerca unas de otras. Gracias a ellos se consigue una mayor elasticidad y adaptabilidad en toda la superficie.

El material y forma de las rótulas o tacos

En los somieres más sencillos vamos a encontrar tacos planos de plástico que dan mucha firmeza a la base. Son más adecuados para colchones de muelles o en los que la base no es muy determinante para su firmeza.

Los tacos de caucho aportan más flexibilidad y elasticidad y están recomendados para colchones de látex o viscoelásticos.

Por ultimo, las rótulas de Hytrel, que es un elastómero termoplástico de poliéster. Combina las mejores cualidades del plástico y el caucho, con gran flexibilidad y resistencia. Su durabilidad es mayor, así como su precio.