Espuma de alta densidad en descanso: Características

Tradicionalmente, los colchones espuma se han considerado una de las opciones menos acertadas dentro de todas las elecciones posibles. Pero hay que tener muy claro que, no es lo mismo un colchón de espuma de alta densidad o HR (high resilience), que uno de espuma convencional.

Dado el amplio abanico de colchones que existen, adquirir un colchón de espuma tiene como todo, sus ventajas y desventajas. Lo cierto es que los colchones de espuma de alta densidad, poco a poco, se han hecho un hueco en el mercado, y han despuntado por ser una gran opción. Son muchos los fabricantes que incorporan este material en sus mejores modelos, y lo combinan con látex, espuma viscoelástica… Los avances tecnológicos actuales permiten fabricar espumas de alta densidad que cumplen con las expectativas de los clientes más exigentes y su introducción en el mercado ha supuesto una importante aportación en el mundo del descanso.
Para conocer las ventajas y desventajas de este tipo de colchones, primero tenemos que saber qué es la espuma de alta densidad y qué la diferencia de la espuma tradicional.

Como siempre, nuestros asesores en descanso estarán encantados de asesorarte sobre este material y sus beneficios.

¿Qué es la espuma de alta densidad o HR?

La espuma de alta densidad o HR no es otra cosa que un bloque de espuma con una densidad mayor a 30 kg/m3. Además, ha de presentar una capacidad de rebote superior al 45 %. Este parámetro se mide dejando caer una bola de acero sobre la espuma. La proporción la obtendremos comparando la altura a la que rebota con la altura a la que fue soltada.

Características a considerar

Como todos los materiales que se utilizan para el descanso, la espuma de alta densidad cuenta con unas características determinadas que la hacen ideal para algunos durmientes.

Hay que tener en cuenta que vamos a encontrar este material de dos formas distintas: como un único bloque en los colchones que son totalmente de espuma, o combinado con espuma viscoelástica. En este último caso, suele tratarse de colchones con núcleo de espuma HR y viscoelástica en su parte exterior.

Densidad

Como hemos dicho, la densidad no debe ser menor a 30 kg/m3. En general y ante espumas de buena calidad, a mayor densidad, mejor. Lamentablemente también vamos a encontrar en el mercado espumas realizadas con materiales «basura" para conseguir esa alta densidad. Lo normal es que no puedas saber si un colchón está hecho con ese tipo de materiales o no, pero por regla general, si el precio es excesivamente bajo, desconfía.

Dureza

La dureza de un colchón de espuma no tiene por qué estar unido a sus densidad. Podemos encontrar colchones de espuma de muy alta densidad con un nivel muy bajo de dureza y también al contrario. En general, no podemos hablar de grados de dureza buenos o malos, si no adecuados. Dependiendo de cuál vaya a ser la función de la plancha de espuma o de las características del durmiente, será mejor una dureza u otra.

En general, para saber la dureza, los colchones suelen indicar en sus características técnicas distintos valores expresados en newtons o kilopascales. Aunque como siempre, lo mejor es probar el colchón. Con Colchón Exprés podrás hacerlo hasta durante 100 días gracias a nuestra Garantía de Descanso.

Porosidad

La porosidad de al espuma de alta densidad mide la cantidad de aire que pasa a través de ella. Es una variable que se mide en litros por minuto. Un valor aceptable para una espuma HR de calidad es a partir de 9 l/m. Esto hce que la espuma sea un material ideal para las personas muy calurosas que no quieren un colchón de muelles.

Resistencia a la fatiga

Normalmente este no es un dato que las empresas de colchones aporten en las especificaciones técnicas de sus productos. Un forma de medir esta variable es midiendo lo que el grosor de un colchón de espuma de alta densidad mengua con el uso. Si este resultado es por ejemplo, de un 10 %, diremos que es menos resistente que un colchón que obtiene un resultado del 5 %.